Siento a Honestidad. Y aprovecho y le pregunto porqué habla tanto de sudar, etc. No entiendo la insistencia. He recibido muchos mensajes acerca de esto, tanto personales como para otras personas. Le pregunto porque no sé si hay algo más que tenga yo que hacer, o talvez no estoy siendo un buen receptor de sus mensajes.
Honestidad:
–Porque muchos piden y el Padre expresa un camino a comenzar, mas no escuchan. Buscan lo del espíritu, mas descuidan la carne y el cuerpo es un ser vivo, latente, que se alimenta de pensamientos, comida y conmina las acciones. Mas el accionar y la mente errática pueden ser mejor conducidos en un cuerpo “limpio”.
Es posible, todo, mas requiere perseverancia en el quehacer. No es “magia” esa del cuerpo, esa es perseverancia. Y todo es uno. Eso significa también el máximo cuidado de la piel, del cuerpo, del ser físico, humano; mas todo lo dejan a un lado.
Hay muchos que piden tanto… tanto se da. Mas no escuchan. Mas no expresan ni el cambio de sí mismos.
Si no pueden cambiar lo que se ve, –que es tan obvio–, cómo pretenden cambiar aquello de lo cual a veces dudan, que es su fe. Mas si no tienen fe en su propia fortaleza y la entregan sin confianza, cómo pueden pretender que la vida traiga cambio…
Taty:
–A mí personalmente me cuesta esto. ¿Será todo lo dicho sólo para mí?
Honestidad:
Es para todos y la experiencia tuya puede cambiar si ese es el deseo… Fe, confianza… depositada en Dios Padre y Él regresa y da tanto… tanto otorga mas no escuchan. Sólo ven y hacen según el interés…
¿Por qué no se permiten ni por un momento iluminar más su camino con el conocimiento de otros?
¿Por qué? Y se dicen, “porqué esto es así, o porque aquello no es así…”
¿Cómo saben?
¿Quién les da potestad para no equivocarse?
¿Quién detiene crecimiento en las creencias tan arcaicas?
Si pudieran tocar otras experiencias, se darían cuenta de la riqueza que ofrece la vida misma, mas limitan. Se limitan por temores infundados.
Eso no es dado.
Mas ha sido dado por los siglos de los siglos LUZ ETERNA, PAN, LUZ, para que tomen de cuanto hay, mas no conviene aquello que tan de cierto dan.
Le pregunto a Honestidad qué tanto aporto yo en lo que escribo. Me refiero, a que es muy fácil que mi mente interfiera o que no escriba bien lo que dice. Me doy cuenta porque a veces me detengo a leer lo que estoy escribiendo, y esto, de alguna manera corta el mensaje.
Sé que esto es normal en todas las personas que canalizan. Pregunto porque quisiera intervenir lo menos posible para pasar mejor el mensaje.
Honestidad:
–Las palabras son canalizadas y usadas en tu lenguaje.
Pero ya sabes que para mi es más fácil cuando sólo escribes sin cuestionar en el momento de recibir y escribir. Mas luego regresas en lo escrito y ves y hay concordancia. Al detenerte y eliminar la escritura estas “pensando” y lo que no te conviene lo eliminas. Eso sólo limita el conocimiento, mas no interesa porque el Padre siempre encontrará la manera de dar Su Mensaje.
Mensajero soy… imperfecto en mi concepción del tiempo y espacio, mas perfecto estoy en el Amor de Dios Padre,
Fuente viva.