El compartir el intercambio con otros, particularmente niños y personas bajo nuestro cuidado, es como semillas en sus mentes. Algunas veces estas semillas caen en tierra fértil. Otras no.
Cuando la tierra es fértil, las relaciones crecen y cumplen su proposito.
Cuando la tierra es infértil, es tiempo de cambiar. Esto es parte natural de la vida, el ciclo de moverse.
Los padres de niños conocen esto bien.
Cuidamos a nuestros hijos, y nuestras semillas germinan. Pero hay un punto en la vida de nuestros hijos, en la que es necesario continuar sin ellos. Las semillas que sembramos, ya estan dando sus frutos maduros, y esas almas necesitan moverse a experiencias diferentes.
Mas tarde en la vida, estos ciclos continuan cambiando. Talvez comenzaremos de nuevo a sembrar, con almas que ya tienen una experiencia de vida diferente.
Algunas veces estos roles se cambian. Quienes estaban a nuestro cuidado, comienzan a sembrar semillas en nosotros!.
Nuestros apegos terrenales, incluyendo nuestros cuerpos, eventualmente se volveran polvo. Pero esa parte que es eterna es espiritual.
El secreto esta en SER no en TENER. Porque tu parte del SER te acompañara eternamente, es tu alma.
Esta es la manera de diferenciar lo que es real de lo que no es.
El alma, una vez ha aprendido soltar sus ataduras a lo material de la tierra, tendra una experiencia mas grandiosa y llena, cuando regresa a su estado espiritual.
Mensaje personal para mi, sobre mi hijo.
«Adrian no tiene ataduras en las cosas materiales. No tiene ataduras de comida, de gente o lugares. Tiene libertad de tener la experiencia de vida en el AQUI Y AHORA sin necesidad de cargar el peso de las ataduras terrenales.
Recibido el día 25 de Junio, 2004. Australia.