Nuestro Padre:
Siempre se encomienda a mis Ángeles, los custodios de sus vidas. Ellos velan en mi nombre el día a día. No es fácil comprensión para aquellos hija mía, quienes quieren solo ver por intervención directa. Pero hija, ¡si les doy tanto y no lo ven!
¿Por qué creen que el Padre omnipresente, omnipotente les dejara «solos»? ¡Nunca están solos! pues ellos, Mis Ángeles velan día a día, se conmueven y por ustedes incluso piden en amor.
¿Qué más muestra de mi amor?
¡Cuántos servidores para ustedes hijos!
Si aquellos que incluso admiran tanto como hijo mío que es el Papa para ustedes, ha servido, ha llegado… ¡cuánto reza! y me pide y les pide a todos, Seres de Luz, por conceder a él las palabras necesarias para llegar a ustedes, que ¡tan necios!
Y aunque muchos miles no comulguen, por ideas diferentes, no pueden quitar grandeza de humildad a hombres que ofrecen vida terrenal para servicio de hermanos porque SOY verbo, SOY acción, ¡YO NO SOY LA RELIGION! ¡La Religión encausa! pero NO HAY SUPREMACIA de ningún hombre sobre otro, ni aun aquellos que «santos » ya les llaman.
Todos ustedes ante mis ojos SANTOS SON porque ofrecen su espíritu a mi Hijo, Hijo amado que sufrió…
Pero hijos, los que ofrecen de corazón y acciones que son llevadas a hermanos sin que crean que les veo… ¡SI LES VEO hijos míos! y son grandes y son nobles en acciones y pensamientos a los hermanos, ¡hijos míos! ¡Hijos amados! ¡Que predican mi palabra no importando religión! porque santo es el hombre que su vida le ofrece al servicio del Señor.
Descanso…