Orar y Soltar

Preparando el desayuno, sentí la presencia de un ángel. Sé que tengo 3 cercanos a mí, siendo Honestidad el que más habla. Este es el callado (como yo le digo), pero de vez en cuando se comunica conmigo.

Me sorprendió y aparte de llenar la casa con la suave brisa que percibimos todos, me alegró el corazón. Quisiera poder describir lo que siento pero siempre me quedo corta. Físicamente todo se enfoca en mis ojos, las cosas parecen mas brillantes. No sé, quizá algo sucede en el cuerpo físico cuando hay comunicación espiritual. Pero aparte de esto, lo que me dicen sale como agua de mi boca, y lo que digo sólo representa una cuarta parte de lo que siento y expreso. Quisiera quedarme en este espacio, porque sé sin lugar a dudas de que somos amados por el cielo.

Por ejemplo, cuando me hablan del amor de Dios o la bendición de Dios, mis palabras no alcanzan a describir lo que Es. Un amor infinito, un amor que no juzga y nos acepta. Y los mensajes son bien fuertes, en un espacio sin dudas. Los ángeles hablan con una certeza sobre Dios, que llena toda mi alma.

El mensaje comenzó dirigido a mi esposo que estaba trabajando en una mesa cercana a la cocina. Le hablaron del stress y del momento en el cual la mente debe detenerse y observar y como aprender a soltar. Y esto es la oración.

Nos hablaron mucho acerca de la oración y lo que esto trae a nuestra vida. El observar y aprender ver las cosas y el desapego al resultado.

Así se reduce el stress y esto es realmente descansar en el amor infinito del amor de Dios.

El desapego al resultado es una liberación muy grande. Nuestra energía cambia y nuestra presencia ante los demás se vuelve amorosa, deslumbrante y abundante.

Esto es algo que Jesús tenía. El llenaba con su presencia. No necesitaba hablar mucho porque la energía que emanaba llenaba todo, mas allá donde las palabras no llegan.

Jesús tenía consciencia de ser uno en Pensamiento, Palabra y Obra.

También habló el ángel de la Fe, Esperanza y Caridad. Siendo los pilares que nos sostienen en la tierra ayudando en la comunión con Dios.

Le pedí a mi mamá que me ayudara a escribir lo que nos decía el ángel:

Recibido alrededor de las 9.30am., 10 de abril 2017

Hoy fuimos bendecidos con un mensaje espiritual, tengo la plena certeza de que es una respuesta a mi petición, sobre la fe, la oración y mis inquietudes sobre mis seres queridos.

«Al mencionar a Dios al estar en oración, enfoquemos la mente en soltar (con desapego) a un resultado especifico a nuestras peticiones. Al soltar aceptamos que Dios obre en el espacio infinito de su amor. Entreguémonos a la luz de Dios para que obre con su energía ilimitada y como consecuencia actuaremos con certeza y nos moveremos en la fe, esperanza y caridad. Oremos con las manos abiertas, para que el espacio infinito de la luz de Dios llene todo con su amor.

Nuestra energía se llenará de amor y positivismo en cada uno de los días de nuestra vida, percibiendo a todos y todo lo que nos rodea con amor, y aprenderemos y viviremos el amor de Dios presente hasta en los mínimos detalles.

El mantenernos en oración ayuda a liberar el cuerpo de enfermedades. Por ejemplo la energía de los riñones es como una batería del cuerpo que si esta recargada (con nuestras inquietudes o preocupaciones) se corroe y como consecuencia se producen algunas enfermedades físicas.

Eso es lo que ocasiona el estrés en el cuerpo humano. Enfermedad. 

A través de la oración diaria, nos enfocamos en soltar, y en abrir el espacio para que Dios se haga cargo sobre lo que no tenemos control. 

Abandonemos nuestras preocupaciones en las manos de Dios, el siempre obra y da las respuestas adecuadas»

Lamentablemente no hay un momento determinado para recibir mensajes, nunca estamos preparados,  y aunque he intentado escribir algo de lo que recibimos, la riqueza, pureza y el amor que se percibe en cada mensaje, es imposible de describir y de reproducir con mis palabras.