Nuestro Padre:
Es realmente muy difícil para ustedes el que tengan tanto y no toman nada o lo que conviene a lo que en su mente si aceptan.
Pero ve hija, está bien.
Este comentario creo que me lo dice a mí, pues estoy leyendo un libro de un hombre que conversa con Dios y ha publicado varios libros de sus mensajes y conversaciones. Yo no tengo dudas en cuanto a la veracidad de lo que leo, pero hay ciertas cosas que no entiendo y por no entenderlas las rechazo. ¡Qué contradictoria mi mente! Entonces le estuve pidiendo mucho que me ayude a abrir mi corazón y mi mente, para poder expandir mi espíritu. Pero aun así, sigo leyendo y juzgando. ¡Quisiera leer sin juzgar!… Sobre todo en el libro hace mención del asesinato de los judíos. En mi mente nada justifica que esto sucediera pero el Padre expresa ahí, con palabras tan explicitas acerca de esto. Se me hace difícil comprender todas estas palabras que leo, sin que mis sentimientos estén de por medio. Así, en este contexto recibo el siguiente mensaje:
Pero ve hija, está bien. Pero aunque las palabras sean dichas, muchas veces estas caen al vacío pues ustedes no aceptan cambios.
Me habla aquí Dios de la conciencia COLECTIVA. Habla acerca de la época en que NOSOTROS quemábamos a nuestros propios hermanos sólo por tener diferentes CONVICCIONES. Que eso ahora que lo leemos lo consideramos una aberración y lo juzgamos. Mas en esa época, la conciencia colectiva indicaba que era lo correcto.
También dice que NADA de lo que hagamos justifica que JUZGUEMOS a otros por pensar diferentes y mucho menos QUE MATEMOS. NUNCA se justificará el asesinato. Pero nosotros con nuestros pensamientos (no así corazón) si justificamos las aberraciones que cometemos ahora. No puedo escribir pues solo me explica. Pero luego continúa, esta vez, baja el ritmo para que pueda yo escribir:
YO comprendo, YO SI COMPRENDO, pues en tanto libres de mí están, esta libertad LOS LIBERA DE MI.
Por eso dice, EL NO CONDENA, pues su condena desvirtuaría la libertad que nos da. También le pido que por favor me ponga los pensamientos adecuados en mi mente pero me contesta:
–Jamás entraré a una mente humana a cambiar el pensamiento, pues desvirtuaría mi razón de creación.
Ustedes como padres me comprenden.
La relación conmigo TU LA ESCOGES, de verme como una figura paterna, pero en realidad somos iguales. SOMOS UNO SOLO, tu eres parte mía –como todos tus hermanos–, parte mía GRANDE. Y YO SOY parte tuya.
La única diferencia es que para mí esto es NATURAL y para ti exige desprenderte de toda una vida de “enseñanza”, de que soy ese a quien temer, de que soy tan poderoso que si quiero les mando terremotos o deshago lo que he hecho.
Yo no comparto esa parte tan humana. De que soy el hacedor de los castigos, de los sufrimientos.
Tampoco comparto eso del sufrimiento.
Cuando me dice esto del sufrimiento, sonríe. Es que estos días he estado pensando mucho acerca del sufrimiento. Y le digo que yo no sufro y se supone que en Él se sufre. Mi doctrina cristiana dice que el camino a Él es de sufrimiento y sacrificio. ¡Pero yo no siento nada de eso! Yo siento gozo. También me dice un amigo que el gozo también me lo puede dar el otro (satanás, el diablo) Aunque creo que está mal que diga el otro, en cuanto ahora también entiendo que EL MAL NO ES LA CONTRAPARTE DE DIOS. Creo que esta parte tan humana la tengo yo tan pero tan arraigada. Siempre me han hecho creer en el MAL como un ente poderoso. Pero ahora veo esto ¡tan diferente! pues aun en mi mente limitada, sé ahora, que el PODER DE DIOS no tiene contraparte. DIOS ES TODO, dueño de TODO CUANTO HAY, así lo expresa el Arcángel Miguel también.
Y cuando yo le menciono todo esto, sólo sonríe. Siento inmensamente su amor y su sonrisa, como si llenara TODO. Y me pregunto tanto acerca de mi vida. Veo a mi familia y finalmente siento que nos comunicamos, que sonreímos, que estamos en paz. Pero estoy a la espera de que pase algo que nos traiga DOLOR le digo, porque así se SUPONE que debe ser. Como que espero que en martirio y dolor debo estar para ser merecedora de su gracia. Me habla entonces de Jesús, ¡no alcanzo a escribir todo!… Quisiera que todos ustedes se dieran cuenta del AMOR INMENSO que JESUS vino a darnos. El Padre continúa:
Ya mi hijo fue coronado en sufrimiento por ustedes, mis hijitos, sus hermanos.
Infligido en carne, más JAMAS en espíritu.
No sé porque insisten hijos, en creer que mi camino es de desdicha y sufrimiento. ¿Cómo puedo yo “querer” que me sigan y que a mi abrigo estén pensando que les “quiero” en el camino de lo INCIERTO?
Si hija, lo que doy NO ES TERRENAL. Y muchos juzgaran, y eso, si el espíritu es débil, eso de juzgar te tocará y así pues, SUFRIRAS.
Más el que conmigo está, se fortalece en espíritu. No vean al Dios de sufrimiento y de rechazo. Rechazo es entre ustedes por ustedes, por lo que no entienden.
Muy humano es rechazar aquello que la mente no alcanza a comprender. Mas llegará el día en que la Fe será lo único que les quedará por “probar”, pues todas sus teorías se vendrán abajo.
La teoría de mi amor. La teoría de mi gloria. La teoría del sufrimiento, para alcanzar así la paz eterna y por consiguiente la vida.
Bueno hija, basta ya. Solo digo que SOY VIDA. YO NO SOY LA TEORIA YO SOY YO Para ti, y los que “quieran”, que deseen con amor que YO LES SUCEDA.
La naturaleza humana tiene una fuerte inclinación al rechazo.
Fue mi Hijo sentado entre tanto “rey” religioso, Hijo amado hijos amados. Mas nadie, ninguno pudo soportar más el corazón bondadoso. No importa lo que crean. Mi hijo fue con su corazón abierto al entender que el rechazo es lo “natural” en ese estadio terrenal. Y mira, el abrazo fraternal con el que todos se terminaron despidiendo. Les hizo entender con su corazón, que el camino hacia mí, hacia la LUZ UNIVERSAL es el AMOR. Sin importar la religión.
Yo les veo el corazón y a todos líderes religiosos que condenan a quienes no comparten sus creencias QUE SE CUIDEN. Que en corazones que anidan rencores y juzgan tan duramente, les puede tocar la INCERTIDUMBRE en esa “certeza” de estar en lo correcto.
No pueden obviar el corazón bondadoso de hombre.
No pueden obviar que no llegó a convencer.
Todos ustedes son mi Iglesia. Pues me buscan. Y es su cuerpo la Iglesia sagrada en la que vive el alma.
Muchos juzgarán tu camino. Tu decir, tu hacer. Ese será tu sufrimiento, si así crees que estarás más cerca de mí.
Mas en tanto sepas ver que yo siempre vivo en ti, aún con tus “fallas”, comprenderás, serás y aprenderás a ser indulgente aun con tu propia mente, pues el espíritu, a ese ya lo tengo en mis manos. Como el de todos tus hermanos.
Mayo 2001