Mensaje 133

El Señor:

Es el perdón necesario para todos… cuánta razón mi hijo, al que amo tanto, tú sabes ¡hace tanto! cree que no hay tiempo que perder y en efecto, así es…

Me está hablando de un amigo que quiero mucho, Carlos I., aunque no sé por qué me dice esto, ojalá tú si lees este mensaje Carlos, lo entiendas.

Pero vean, es importante sacar de todo su ser cualquier odio o resentimiento que no enferme ese pobre corazón que ya los tengo Yo.

Todos los corazones suyos, de aquí y allá, los tengo entre mis manos corazones lastimados… corazones temerosos ¡cuánto ego! o sin ego, o sin esto, o sin aquello… más por cuanta confusión vean que es importante y tan fácil lavar eso que ustedes llaman pecado…

…es en mi estadio de luz que no hay ya un tan solo “pecado”, esa palabra no existe en mi amor Gustavo, cuanto estés listo, tú explicas, tú sabes perfectamente este camino de santidad, pues santo eres, como todos mis hijitos.

Desde el momento que me buscan mediante la vida misma en amor a sus hermanos, están santificando sus vidas. Dicen que me santifican a mí, algunos. Otros creen que ofrecen sacrificios para mí, otros dicen que tanto “pecan” y se esconden en excusas.

Yo no necesito que justifiquen nada. Yo no necesito nada, pues todo Soy, y todo tengo. Tengo mucho que dar.

Vean, es fácil…

Sólo suelten ataduras de amarguras.

Mucho de la emoción que no pueden controlar se debe a que no descansan, presionan tanto su cuerpo, y no se dan cuenta que eso lo único que trae es dolor en el cuerpo, se enferma.

Vean más por muchos días de guardar. Los días de guardar no son para mí en el sentido que creen. ¡Son para ustedes! No es la obligación por el castigo.

¡No castigo!

¡Jamás lo haré!

Nunca lo he hecho…

Muchos han hecho esto del castigo la única forma de que ustedes comprendan mi grandeza y mi “enojo” por lo que no hacen. Muchas palabras de lo escrito antes son muy puestas en castigo, lo divino. Más no ven que son ustedes quienes provocan tanto, tanto que hasta el mar se ha partido en dos, con su Fe en su callado… tanto, que retumba el cielo y tierra en momento de dolor, en transición de Mi Hijo.

Pero vean, son ustedes mismos los que pintan a este Señor tan enojado…

Mensaje no terminé de escribirlo…

Subscribirse

Reciba notificaciones de mensajes a su email.

Email(Obligatorio)
Nombre(Obligatorio)
Scroll al inicio