Miguel:
Si pudieran dejar un espacio, aunque ínfimo para la magia,
¡Cuánto más verían!
Pues así permitirían espacio para aquello que no es común al ojo humano.
Vean el caer de las hojas de un árbol,
¡Cuánta magia en el aire!
Vean por el caer de la lluvia…
Nuestro Padre:
Y por mis cantos en los pájaros…
Son mis Ángeles los que muchas veces entran en sus casas a limpiarlas de energías. Y a darles nueva vida a lo que ya dan tan por sentado.
Mis Ángeles limpian todo.
Miguel te acompaña mucho, por cuanto dudas en quehacer y capacidad… mas no entiendes que no es tu capacidad, ni tu fuerza… ese es el verdadero sentido de abandonarse a MÍ.
Mayo 2001