El día de ayer tuve la inmensa alegría de canalizar palabras del Padre para una amiga mía (casi mi hermana); a mí ella me dijo algo que yo no entendí y es en cuanto a la oración para pedir el Don de la Conversión. Ella pide con gran devoción a Dios, por el Don de Conversión para una persona en específica.
Hay una parte que yo no entiendo en cuanto a “orar” y “pedir” por alguien. Por ejemplo, si a determinada persona no le interesa nada de Dios o del espíritu, pienso que debo aceptar su manera de ser y punto. Generalmente yo no pido por esta persona porque pienso que está en libertad de pensar o creer lo que quiera. Pero el amor de mi amiga me hizo pensar en esto, de estar constantemente, cada día, pidiendo y en oración, llenando de amor a las personas que amamos.
Les comparto esto porque dentro de este contexto recibí este siguiente mensaje.
El Señor:
La conversión es cuando sus almas dan sus frutos… Sí es posible hija, dar este inmenso regalo a otra alma, de darse la oportunidad de abrir su corazón a Mí.
Conversión es necesaria a todos aquellos que me busquen, pues se rinden a mi amor, por la Fe, mediante el amor y conocimiento de Jesús.
Amén.