Honestidad:
Su voluntad está regida por la fortaleza, fuerza del amor más puro de todo el universo, éste y los otros, por cuanto todo es El.
No es caprichoso como bien se ha dicho en canal de hermana lista, ascendida, que trasciende lo cotidiano.
Sé que me está hablando de Marianne Williamson, ya que hace poco estaba leyendo el libro “Volver al Amor”. Este libro fue el primero que ella escribió, inspirada luego de haber leído y hecho “Un Curso de Milagros”, libro que fue canalizado por una psicóloga en Estados Unidos. Para quienes no recuerdan, esta mujer era atea, y de pronto se vio escribiendo “mensajes” que luego se convirtieron en libro. Este libro es atribuido al mismo Jesús. Yo lo tengo pero no lo he leído. Sí sé que le ha cambiado la vida a muchísimas personas. Generalmente cuando mi Ángel me habla de algún autor o libro, tarde o temprano llega a mis manos y sé que puedo leerlo con confianza. Es que a veces dudo mucho de lo que leo. ¿Será o no será?… Me imagino que así les pasa a muchos que leen los mensajes que yo recibo.
Los Ángeles custodios del amor y corazones de hombres puros. Puros, porque en su esencia divina no llevan mancha –contrario a tus creencias- , pero ve, que eso del pecado es tan contradictorio en tu mundo. Eso es de la culpa. Eso es de moverse con las manos y pies atados…
Sin sentir. Sin soltar. Sin ver. Sin saber.
Es como la comida sin degustar, o como la subsistencia, –porque acostumbrados están a subsistir–vivir en el tal pecado, porque no ven fortaleza de la fuerza divina que todo ES y TODO LO MUEVE… la fuerza divina que al más leve soplo crea vida, pues es vida, y vida es todo cuanto hay.
Muchos si se permiten escuchar nuestro susurro, nuestra canción a sus oídos y corazón.
No podemos traspasar propias barreras de incredulidad pues se quedan quejándose que ya no tienen nada más a que aferrarse y se niegan el amar.
El amarse a sí mismos.
Si aprenden a amarse a sí mismos con el esplendor, –bajo la luz y protección del manto del Señor–aprenderán a confiar y verán mucho más allá de la oscuridad, pues aprenden a vislumbrar la luz aún mejor en la completa oscuridad.
Mas si oscuro está y ojos se niegan a abrir, no les permite esa mente abrazar ni la más leve luz de sus hermanos que ofrecen en su ayuda, para que salgan de la completa oscuridad.
El miedo no es buen consejero, tampoco lo es la soledad. Más si aprenden en humildad a entregarse con todo amor a la vida y al hermano, sabrán dónde aferrar la mano, que aunque tierra sea movediza a sus pies, la mano que se ofrece con el amor y protección del Salvador de corazones, mano segura se tornará. Aunque los pies vuelen sobre el vacío. Y volarán… Y pasarán por sobre toda dificultad, y los Ángeles guiarán aquellas manos que amorosas les sostienen, pero que en su momento es requerido el PURO AMOR.
No debes temer nunca a la inspiración divina.