Recibido el 27 de Septiembre, 2000
Me he sentido muy cansada y un poco triste, no entiendo porque. En este contexto recibo este mensaje.
Dios dice:
Cuando la tristeza es la que aqueja, solo piensa en el inmenso mar. Eso lo único que indica, cuando estas en la labor, que necesitas energía.
No es algo totalmente espiritual, el cuerpo humano necesita la recarga de energía, no es solo de comida, no es solo de agua, no es solo el aire. Es la energía de la naturaleza que es necesaria.
Cuando sienten que nada ya ocurre, que la mente ya no puede más, es momento de entender el mensaje del cuerpo humano, cansado… la rutina, hija mía, es lo peor que puede suceder porque se acomoda la energía del cuerpo a estar en un «estado» perenne de aletargamiento. Aletargado es el cuerpo que no siente ni la emoción de sentir el vibrar de la vida, es cuando solo ven la vida pasar a través de una vitrina, sin permitirse quitar llave a esa vitrina y estirar los brazos, sintiendo así el aire primero y luego se busca que salga el cuerpo, permitiendo que la vida ocurra.
El ocurrir de la vida es cuando realmente se disfruta del día a día, pero cuando no buscan distracción, cuando se acomodan y buscan las excusas para no salir de lo que siempre están haciendo, es hacer ese domingo lo mismo siempre. . . ¡usan hasta la misma ropa cada domingo ! Hija mía te preguntas porque te digo esto, si es tan simple, si todo mundo sabe esto…
Pero es tu mente que YO si entiendo y comprendo de qué olvidas muchas veces que necesitas el DESCANSO, de la mente, del espíritu y sobre todo, el descanso del cuerpo.
El agua, el agua les libera y les da. ¿Cuál por eso digo, es la fuente más grande de agua en el mundo terrenal?
Y ya sabes hija mía, nunca pienses de que sola estas, porque siempre SOY.
No expongan su cuerpo a situaciones extenuantes y luego no le recompensan. Si el trabajo es fatigoso, es entonces que se busca en la naturaleza la mayor fuente de energía, que ha sido dada para ustedes por los siglos de los siglos.
Descansa hija mía, descansa.