Recibido el 25 de Octubre, 2000
Pensando acerca del amor y la misericordia infinita del Señor, así como el tiempo cuando él dice que “es su tiempo”; hay muchas cosas que no alcanzo a comprender. Por ejemplo, el poder infinito de la oración y la misericordia que nos tiene nuestro Padre. Recibo entonces este mensaje de Dios:
–¿…es difícil entender el brillo de una estrella? Cuya luz ya brilló, más tu ahora la percibes…
Siempre ha sido, siempre es y la que ahora comienza a brillar, los hijos de los hijos de tus hijos la verán, mas no significa que no brilló en tu tiempo.
Estoy…
Soy…
En cada una de esas estrellas.
El tiempo… te preguntas por mi fuerza y poder en tu tiempo, pero hija, nada se escapa a mi amor…
Esos pensamientos que te crees infantiles, solo me hacen sonreír, pues los veo en corazón, pues les veo a todos ustedes en la sencillez, por las cosas que me piden.
Cómo sufren hijos míos por la falta de oración.
Es la FE, en creer que el amor siempre es, el corazón sabe, la mente a veces engaña porque se anteponen juicios concebidos…
Si hija, es difícil de entender, pero les veo en la razón incluso de aquellos que en la razón me buscan, pruebas quieren, piden ver para creer, no confían en su propio corazón.
Si en ese pobre corazón que estoy yo, aunque crean que no estoy… solo falta limpiar el diamante, ¿por qué creen que les mido en la razón? Porque en sus actos se refleja esa razón, más cuando rige el corazón, ¡ese no engaña! si unen mente y corazón solo logran entender una parte de esta grandeza…
Pero, ¿qué les pide el Padre? ¿Acaso comprensión?
Yo no soy la comprensión, no les mido en la intención, esa, esa no puede medirse porque es o no es, como el amor…
¿Cómo puede medirse el amor?, Como la bondad, que no rige ni a la mente ¡ni corazón!, SOLO ES.
Bondad es ser capaz de entregar el corazón y la vida a lo que consideran justo sin esperar nada a cambio. Pero, ¿acaso después de dar tanto no regresa a ustedes en la fuerza del amor?
¿Qué sucede después de la lluvia? ¿Acaso no se siente el olor del pasto y la vida más profundo? ¿Acaso no se limpia el cielo? ¿No se limpia el suelo?
…purifica el corazón del hombre bondadoso que es capaz de ver que después de la tormenta solo queda la calma y todo parece más brillante. Entonces: háganlo también sentir que no sea «parecer».
Le pregunto ¿Cómo puede amarnos tanto? ¡Si no damos nada! No cambiamos, mire que pedimos ¡tanto!
–Tú lo sabes hija, otros no, porque creen que la humildad no es necesaria.
Humilde aquel que acepta que soy ese Dios Omnipotente, Omnipresente, que todo SOY, y con cabeza baja me permite el actuar en su vida… pero hija, muchas veces hasta olvidan el agradecer y eso es importante reconocer, agradecer, dar la mano y corazón, la verdad…
Lo que dice Rose Marie ¡cuánta verdad! que al menos, si ni siquiera nada dan porque creen que no tienen, pues al menos agradecidos deben ser del día a día, de la noche, del día, de la cama en que duermen, de que el frío no lo sienten, aunque exista, de que hambre no les cala, aunque exista, PORQUE ¡TIENEN!
¡Cuánto tienen y no ven! y se olvidan agradecer, por esos hijos que son hijos, en crecer, para crecer… por tener hasta por quien dar la vida…
Descanso…