Recibido 13/01/01
Nuestro Padre:
…lo importante es saber ver el corazón… en el no hay rencillas insalvables; para quienes no pueden perdonar, no pueden avanzar.
Jamás su vida será igual en Cristo, significa que son todos salvos, porque descubren la grandeza de su ser.
El que no es salvo es porque escoge el camino, quizá muchas veces más fácil. El de la ignorancia.
Pues ve y diles a todos cuanto tu camino encuentre, que la paz y la gloria sean con ellos y sus familias, que Dios siempre está, ha estado y estará entre ustedes.
El que no es salvo es aquel que se permite el NO CAMBIAR, y vive la pena de su amargura, incapaz es de ver el día a día, pues en MI, CRISTO JESUS solo alegrías… pues aunque la vida les depare desventuras en el andar, que del mundo desventura son, aquel dinero que perdió, aquel negocio que perdió, aquel amigo que se fue, y aquel novio que dejo…
Pues ve y diles que YO SOY YO, Yo SI SALVO CORAZONES y aunque razones no comprendan de mi amor, salvos todos por los siglos de los siglos son.
Ya que ven que derrotados por la vida, salvan obstáculos para aprender de la vida … pues YO DOY VIDA, si ya nada más les queda, según sus cuentas, por vivir.
Si creen que ya vieron todo, que poco saben, pues no han aprendido a ver.
Si creen que ya comieron y probaron de todo cuanto hay, pues que poco saben, pues no saben degustar.
Les digo, YO LES DIGO, y les pido por ustedes para ustedes, APRENDAN POR SOBRE TODO A AMARME Y ALABARME A MI, pues YO SOY YO DIOS OMNIPRESENTE EN SUS VIDAS.
¿De qué sirve que de la vida obtengan cuanto tesoro hay si no conocen el espíritu?
Pues en espíritu y en verdad y en vida YO LES DIGO: al amarme y conocerme aun con esos conocimientos limitados, aprenden nuevamente a CONFIAR y al CONFIAR EN MI y mi VOLUNTAD, LA FE SE VE ENGRANDECIDA, RENACIDA, RENOVADA y así, justos y «pecadores» podrán encontrar dentro, muy dentro esa FE que habita dentro de ustedes, pues USTEDES SON PARTE MIA Y YO PARTE DE USTEDES por los siglos de los siglos.
Amén
Por eso que preguntas, ¿pecadores dices tú?
Cuando menciono esa palabra “pecadores”, se dentro de mí, que esa palabra no existe para Dios, pero es mi contexto bajo el cual escribo, porque me han enseñado que muchas cosas son “pecado”. Pero al mencionar Dios esta palabra, sé que para El no “pecamos” contra El sino, contra nosotros mismos.
¿Y acaso no pecan cada día en acción? Cuando piensan una cosa más dicen otra, ¡son pecados contra ustedes! ¡NO CONTRA MÍ!
A mí no me pueden tocar, ya di lo mío terrenal, fue lo justo y doloroso, más en carne no se pierde el espíritu, se engrandece en sufrimiento pues aprenden a CONFIAR y a ver que no hay nada más allá que el amor en el Señor, que es mi Padre Celestial.
No me habla como Padre, Sino, como hijo que vino al mundo.
La pureza hija mía, hermana mía, es el estadio perfecto del amor. Si cual niño caminando son al mundo, ayudan unos a otros a no caer y al caer pues se espera por quien cae.
Yo llego a sentarme a tomar la mano del caído y si me pide que le ayude a levantar, pues yo gustoso le ayudo con amor.
Si no quiere, ¡pues igual! Permanezco esperando, esperando siempre, trato de que permanezca al menos en el lugar menos lodoso, menos caliente.
Le resguardo, pero muchas veces enojados me resultan, pues sus modos no son los míos y ¡se enojan!
Yo sonrío, más espero, paciente… y mis hermanos, –los ángeles de mi Padre– no abandonan, pues tampoco ustedes, NO ABANDONEN, esos que más lejos perciben están de mí, son los que más ayuda y amor necesitan.
Pero sepan, que en LIBERTAO están TODOS siempre de rechazar, más les pido OREN MUCHO, mucho mucho.
Envíen esas energías amorosas a hermanos que no entienden de mis modos.
No sean indiferentes al dolor, no sean indiferentes a los que indiferentes son de mi amor, pues NO SABEN, ustedes sí.
En oración se logra lo impensable. Recen mucho. Limpian mucho.
Y para aquellos que creen que no tienen tiempo…
Mensaje no lo termine de recibir, pues sucedió el terremoto