Mensaje 97

Nuestro Padre:

» … Se eleva el corazón para la gracia eterna del alma; corazón que ya no sabe de lujuria, ni de envidia, SOLO AMOR, es el estadio perfecto de su amor… el amor es suyo, del alma, pues el alma no conoce fronteras, igual el amor…

…no hay casualidades, no le confieran poder al destino o al azar, que no lo tiene…

El destino siempre puede ser cambiado, pues si no, dejaría de ser Dios Padre eterno, que en misericordia de ORACION vela porque que el cambio les suceda en la vida…

El destino… el destino, es destino de ustedes venir a mí, de regreso a la luz eterna, que les llena el horizonte.

Mientras más avanzan, el horizonte sigue ahí, pero es más brillante.

No hay línea divisoria en mi amor.

Para mí todos ustedes son buenos y puros por cuanto vienen de mí, de la LUZ UNIVERSAL.

Luego me dice dos palabras que no entiendo:

«pasha mama» (no se coma se escribe estas palabras)

Taty: ¡no entiendo!

Nuestro Padre:

¡Es la tierra! Muchos cantos a la tierra escucho, de hermanos que conocen de energías, más les digo, YO LES DIGO, no adoren la tierra, Si, escucharla Si, atenderla

Mas no le canten como cantos para MI, pues ella lo único que requiere de ustedes es la ARMONIA.

Al estar en armonía ustedes entre ustedes, la tierra les da Frutos.

Pero si tiembla, creen que deben adorarla, para que se sienta amada.

Pero la tierra no necesita de su amor, quien necesita de su amor es su hermano, que es Cristo del día a día.

Bajo el sol, en la sombra, en la lluvia, en lo seco, es el hermano al que deben de cantarle dulce canción para que duerma tranquilo.

Mas, hijos míos, cuántos se van con estómagos vacíos a dormir… la dulce espera porque amanezca, mientras ustedes en los mantras se concentran…

…la tierra no tiene hambre, el hermano que es de ustedes clama por ese alimento…

La tierra: yo la alimento, con el aire, con la lluvia, más ustedes entre ustedes buscan tanto elevar, conferir, a las cosas tan del mundo, ese estatus que no es real.

Tanto meditan

Más no oran

Mediten sus palabras

Midan sus pasos cuando caminen el trecho incierto, más cuando sea hacia hermanos que dirigen sus pasos, ni se preocupen por contarlos, pues serán los necesarios y los justos siempre.

Yo nunca causo esa desgracia, ni les pido que descalzos caminen

¿Para qué?

¿Que acaso no hay calzado?

Más si hermano, que con ustedes comparte esta tierra, SI ESTA TAN DESCALZO, que la tierra le quema el andar…

¿Por qué hijitos no procuran conseguirles por lo menos que caminen en la sombra? Pues si ustedes piensan realmente lo que hacen y meditan tanto amor a bendita tierra.

Que bendita es, pues mis hijos la habitan.

Vean primero porque esa tierra no lo sea en quemar la dulce espera y el caminar de sus hermanos, mis hijitos que tan justo el tiempo tienen, pues vean, cuando no hay ni siquiera la esperanza, es lo justo y hasta demasiado lo que creen que esperan por morir, pues ya nada creen que la vida les depara.

Den ESPERANZA, antes del canto a la dulce tierra, cuiden sus pasos hijos míos, no sea que de pronto, anden descalzos.

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